Pinté la
puerta. Me propuse –hace más de un mes pero en fin- pintar las puertas de mi
casa. No son puertas cualesquiera, son puertas grandes. Enormes. Tu casa tiene puertas para gigantes, me
dijo Lautaro una vez. Pero bueno, voy por la mitad de la primera. Me quedan
nueve. Sin contar las más chicas. Juro que las pinto todas, y estoy convencida
de que lo voy a hacer, aunque no me importa nada faltar a mis juramentos. Lo
peor de todo es lijarlas. Odio llenarme de polvo. En fin, puedo tomarlo como
una penitencia, para lavar mis culpas ancestrales, o alguna que haya heredado
de vidas pasadas. Aunque lo lógico sería pensar que eso no vale, eso de lavar
mis propias culpas haciendo algo que me beneficia a mí misma. Voy a hacer como
si no me diera cuenta de ese detalle.
“Toda pregnancia de uno mismo se gesta en el relacionamiento con el otro.” J.L. Brea
- Teresa Puppo
- La estructura del proyecto se basa en la idea de la autobiografía. Un archivo de eventos fugaces y efímeros, actos cotidianos, relaciones que se forman a partir de fotografías y textos. El individuo necesita el reconocimiento de su diferencia frente a la intención masificadora de la sociedad contemporánea, y es conciente de su existencia a partir de la relación con su entorno, con la comunidad de la que forma parte. La interioridad, la privacidad y la intimidad se exponen en el espacio de lo público. El autorretrato se forma a partir de mi relación con el otro, partiendo de la base de que mi identidad se construye interactuando con ese otro y con la esfera de lo social. La obra, siempre en proceso, se convierte en un work in progress, en una obra abierta e inacabada, que se continuará creando con la acumulación de registros y comentarios de los distintos sujetos de las comunidades de Internet.
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