Salimos para
Maldonado a eso de las 4 de la tarde, finalmente y felizmente, superados todos
los inconvenientes, los esperados y los imprevistos. Por suerte a Julio se le
ocurrió tomar por la ruta 8, la que pasa por Pando City, y no tuvimos problemas
con el tráfico. Después de llegar nos enteramos que la Ruta Interbalnearia
había sido caótica. Nudos, embotellamientos significaron horas para lograr recorrer
los ciento y algo de kilómetros que separan Montevideo de la chacra.
Ale nos
esperó con un asado buenísimo, cayó Fede y charlamos un buen rato (hasta que me
vino sueño y me fui a dormir, ellos siguieron). Sofi y Bastian se quedaron en la casa de mi madre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario