Mi foto
La estructura del proyecto se basa en la idea de la autobiografía. Un archivo de eventos fugaces y efímeros, actos cotidianos, relaciones que se forman a partir de fotografías y textos. El individuo necesita el reconocimiento de su diferencia frente a la intención masificadora de la sociedad contemporánea, y es conciente de su existencia a partir de la relación con su entorno, con la comunidad de la que forma parte. La interioridad, la privacidad y la intimidad se exponen en el espacio de lo público. El autorretrato se forma a partir de mi relación con el otro, partiendo de la base de que mi identidad se construye interactuando con ese otro y con la esfera de lo social. La obra, siempre en proceso, se convierte en un work in progress, en una obra abierta e inacabada, que se continuará creando con la acumulación de registros y comentarios de los distintos sujetos de las comunidades de Internet.

viernes, 21 de noviembre de 2014

17 de noviembre de 2014, lunes.



De tarde me fui a Punta del Este. Pensaba salir más temprano, pero como siempre, me atrasé, así que tomé el autobús de las 16:15. Llegué a las 18:28 a Maldonado, de todas formas el informe médico del CTI  era a las 19. Fui al apartamento de mamá, charlé un poco con ella, dejé la compu enchufada, para poder trabajar en el viaje de vuelta, siempre que no me tocara en el asiento delantero un hombre tan molesto como el que me tocó a la ida, que bajó su respaldo al máximo y me dejó la compu incrustada en la panza. Tuve que escribir sosteniendo el aparatejo casi vertical. También enchufé el teléfono y me fui a Mautone, a ver a Jota, ya me habían dicho Elena y Corina que estaba muy mal. Me quería despedir de él, despedirme yo, en realidad, él estaba en coma profundo y no iba a estar para despedidas, pero yo sí, quería decirle que lo quiero, que va a estar mejor donde esté, que se va a transformar en energía potente, que su energía va a impulsar la vida. Que lo vamos a extrañar. Que pensaba que él no nos iba a extrañar, ya que iba a cambiar de estado, y a entrar en un estado en el que me parecía que los sentimientos primarios no existen, que no existe esa pelotudez del odio, repugnancia, de celos, de rencores, de querer cosas, de consumir, de las apariencias, de la competencia, en fin, de tantas cosas sin importancia que sentimos a lo largo de la vida. Que su estado va a ser mejor. Que es un tipo inteligente. Que si puede, que done esa inteligencia para que el mundo no se vaya a la mierda, que se termine de una vez el capitalismo. Bueno, le quería decir un montón de cosas, y se me ocurrían cada vez más y más cosas para decirle. Así que llegué al sanatorio y fui directo al CTI, golpeé y me pidieron que esperara un poco. Un poco que fue otro poco y otro poco, y esperé como media hora hasta que apareció un médico y me preguntó si yo era la hermana de Elena y le dije que sí, y me dijo que Jota acababa de fallecer, que ya no alcanzaba la presión para oxigenarlo y otras cosas más que no atendí. Le pregunté si podía verlo y me pidió que esperara un poco hasta que lo arreglaran. 



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