Mi foto
La estructura del proyecto se basa en la idea de la autobiografía. Un archivo de eventos fugaces y efímeros, actos cotidianos, relaciones que se forman a partir de fotografías y textos. El individuo necesita el reconocimiento de su diferencia frente a la intención masificadora de la sociedad contemporánea, y es conciente de su existencia a partir de la relación con su entorno, con la comunidad de la que forma parte. La interioridad, la privacidad y la intimidad se exponen en el espacio de lo público. El autorretrato se forma a partir de mi relación con el otro, partiendo de la base de que mi identidad se construye interactuando con ese otro y con la esfera de lo social. La obra, siempre en proceso, se convierte en un work in progress, en una obra abierta e inacabada, que se continuará creando con la acumulación de registros y comentarios de los distintos sujetos de las comunidades de Internet.

domingo, 21 de diciembre de 2014

11 de diciembre de 2014, jueves.


Masooooooo para abajooo… día de trámites frustrados, citas canceladas, enfrentamiento con la burocracia municipal y estatal. Puffff… qué bajón que sean tan ineptos, que ganen plata –que les pagamos con nuestros impuestos- y no tengan idea de cómo hacer las cosas. Escuela Municipal de Jardinería y Ministerio de Educación y Cultura. Cuando llegué a la ventanilla del ministerio, al primer piso, me enfrenté a una sala con 7 u 8 escritorios y otras tantas mujeres sentadas, cada una frente a una computadora apoyada sobre el respectivo escritorio. La que estaba más cerca de la ventanilla engullía, ayudándose con una cuchara de plástico blanco, el contenido de un vaso descartable transparente, aparentemente una ensalada de frutas.  La que estaba sentada al escritorio a su derecha –desde mi posición- tenía las piernas hacia adelante y el cuerpo girado hacia su derecha unos noventa grados, en una postura que no parecía demasiado cómoda. Charlaba con entusiasmo con otra mujer sentada unos metros más atrás, que la escuchaba alegre y hacía comentarios, supongo relativos a las palabras de la mujer número dos. Me entretuve mirándolas, y no vi qué estaban haciendo las demás, las que estaban en los escritorios situados al fondo de la oficina. Me atendieron, y no sabían cómo hacer lo que yo les pedía. No tenían una firma certificada para sellarme ese papel. Me sugirieron ir a la Intendencia, donde seguramente podrían solucionar el tema de la firma. Intenté llamar a la Escuela de Jardinería y no pude. Finalmente, volví a casa, dispuesta a reanudar los trámites mañana. 







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