Montevideo
duerme en enero. Hay muchísimos comercios cerrados. No puedo seguir pintando
porque por el barrio no encuentro un lugar donde me hagan una fotocopia sobre
acetato, y no tengo ganas de ir al centro con el calor que hace.
Vino Chochi,
charlamos un montón.
Iba a ir a la
Rambla a ver la salida de la luna. Cuando me acordé, la luna ya estaba arriba,
redonda y blanca en el medio del cielo.
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